Si quieres estudiar pero la falta de tiempo te frena, esta guía de éxito en el estudio está aquí para ti.

La buena noticia es que el tiempo de estudio no tiene por qué implicar encerrarse en una habitación durante horas a solas. Cuando eres diligente y estás motivado, el estudio puede formar parte de tu rutina diaria, sin tener que sacrificar las demás partes de tu día.

Estos consejos para estudiar con éxito te ayudarán a dar el siguiente paso lógico para mejorar tu carrera.

Si quieres ahorrar aun más tiempo, puedes estudiar una carrera ejecutiva, aprende que es aquí. 

 

Formas oportunas de estudiar con inteligencia

 

El estudio inteligente es una cuestión de eficiencia.

Tanto si estás revisando un examen como preparando una presentación, asegúrate de saber en qué áreas debes centrarte y cíñete a ellas. Ten a mano la guía del curso o la rúbrica de evaluación mientras trabajas y marca todos los puntos clave que te garanticen el éxito.

Utiliza recursos como entrenadores de aprendizaje y tutores. Completa todas las lecturas y preguntas obligatorias antes de pasar a las secciones extra o más avanzadas. Lo último que quieres es perder el tiempo leyendo un capítulo del libro de texto o una sección de los apuntes del curso que no era relevante.

Trocea y planifica.

Cuando te sientas perdido y abrumado por el contenido del curso, tienes que ir abriéndote paso, dividirlo en epígrafes o puntos clave y, a continuación, abrirte paso a través de esta lista.

Tómate cinco minutos más antes de empezar una sesión de estudio para planificar en qué áreas tienes que centrarte y qué vas a cubrir exactamente. La planificación puede ahorrarte horas de pérdida de tiempo en el futuro.

Ojo con el objetivo.

Aunque es tentador pasar horas leyendo todos los artículos de la Wikipedia que están vagamente relacionados con el tema de estudio, cuando el tiempo es escaso, la clave es mantenerse en el objetivo. Reduce al mínimo las distracciones, como las redes sociales, la televisión y los mensajes instantáneos.

Desarrolla tu músculo de estudio activo

Conviértete en un estudiante activo. No te limites a leer y subrayar tus apuntes, sino que haz un esfuerzo adicional y reescribe el contenido con tus propias palabras para ayudar a la retención de la memoria y crear apuntes de repaso al mismo tiempo.

Para las secciones más largas y detalladas, lo mejor es hacer resúmenes sencillos y mapas mentales. Esto te obligará a centrarte en lo importante y te proporcionará un recurso clave que podrás consultar más tarde.

Mantén alejada la procrastinación.

Las técnicas de estudio, como el método Pomodoro, en el que se hacen pequeños descansos entre las secciones cortas de estudio, pueden mantenerte concentrado durante una sesión de estudio, de modo que evites la procrastinación.

Enseña a otra persona. Completa todas las preguntas y ejercicios, consolida el contenido y, cuando creas que has entendido algo, intenta enseñárselo a otra persona.

Esto refuerza tu comprensión, te muestra dónde están las lagunas de conocimiento y hace que el estudio sea social y atractivo. Explica lo que estás aprendiendo a tus amigos o familiares durante una comida o habla con el perro mientras paseas.

Convierte los tiempos muertos en tiempos de repaso

• Sé creativo. ¿Empiezas a notar el cansancio? ¿No crees que puedas encontrar ni siquiera una hora para sentarte a estudiar? Entonces es el momento de ser creativo sobre cuándo y dónde estudiar.
• Aprovecha el tiempo que tardas en llegar al trabajo cada mañana para repasar tus apuntes o hacer nuevas fichas.
• Coloca carteles en la parte posterior de la puerta del lavabo o alrededor del espejo del baño para repasar rápidamente cada vez que necesites refrescar.
  Utilizar aplicaciones de fichas como Quizlet y Anki en tu teléfono o dispositivo. Siempre que te encuentres en una cola o esperando a alguien que llega tarde, puedes iniciar fácilmente una mini sesión de repaso.

Usa tus oídos y tus ojos

Prueba las herramientas de texto a voz. Utiliza un programa de conversión de texto a voz y convierte tus apuntes en un MP3 que puedas escuchar sobre la marcha. Además, busca en recursos como Audible para ver si alguno de tus textos está disponible como audiolibro.

Muchas formas de pulsar el play. Te sorprenderá la cantidad de contenido que consumes si lo pones siempre que estés en el coche, paseando al perro o haciendo tareas en casa como planchar o preparar la cena.

Al cabo de un tiempo, descubrirás que ciertas partes del curso se han quedado grabadas en tu cabeza y estarás mucho más avanzado en el repaso que si no lo hubieras hecho. Sin embargo, ten cuidado de no depender demasiado de esto, ya que escuchar los apuntes es más eficaz cuando se combina con el estudio activo más adelante.

Utiliza también tu voz. Las investigaciones también sugieren que hablar en voz alta ayuda a recordar.Aprovecha el tiempo en casa para hablarte a ti mismo o a tus mascotas, o canta tus apuntes con música relajante.

 

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